lunes, 11 de mayo de 2015

 HIGIENE BUCAL DESDE EDADES TEMPRANAS.

una buena
Una buena higiene bucal debería empezar a una edad temprana. Y es que la limpieza bucal infantil, junto con su mantenimiento, comportará que el niño pueda conservar sus dientes para toda la vida.


 Por eso, es importante que esta práctica se inicie desde que somos recién  nacidos, sin esperar a que aparezcan las primeras piezas dentarias. Por eso, podemos limpiarla mediante una gasa de algodón humedecida en agua, por dos razones: 

- Para mantener la boca del bebé limpia de restos.
- Para ir acostumbrándole a este hábito, y que se convierta en una rutina imprescindible en el día a día. 



Por eso es necesario: 
  • Llevar a cabo la higiene en un momento en el que el niño esté relajado y de buen humor, y no esperar al momento previo de ir a la cama que es cuando está más cansado o dormido.

  • Negociar y dar opciones. Se puede preseleccionar los cepillos que consideremos adecuados para el niño y dejarle a él escoger cuál o cuáles quiere usar. Si el cepillo tiene su color o su personaje favorito, le entusiasmará más cepillarse los dientes.



  • Proponer una actividad agradable para el niño, no a modo de chantaje ni recompensa, sino como un incentivo para hacer después del cepillado.

  • Evitar amenazas, castigos y argumentos negativos. Siempre es más recomendable mostrar el lado positivo del cepillado: Nos cepillamos para cuidarnos, igual como hacemos con el cabello...

  • Reservar un juguete para la hora del cepillado. Se puede usar una marioneta, un muñeco o algún objeto interesante con el que el niño sólo pueda jugar durante cepillado los dientes.
"Cepillándome sin prisas, conseguiré una hermosa sonrisa"

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