HIGIENE BUCAL DESDE EDADES TEMPRANAS.
una buena
Una buena higiene bucal debería empezar a una edad temprana. Y es que la limpieza bucal
infantil, junto con su mantenimiento, comportará que el niño pueda conservar sus dientes para toda la vida.
Por eso, es importante
que esta práctica se inicie desde que somos recién nacidos, sin esperar a que aparezcan
las primeras piezas dentarias. Por eso, podemos limpiarla mediante una gasa de algodón humedecida en agua, por dos razones:
- Para mantener la boca del bebé limpia de restos.
- Para ir acostumbrándole a este hábito, y que se convierta en una rutina imprescindible en el día a día.
Por eso es necesario:
- Llevar a cabo la higiene en un momento en el que el niño esté relajado y de buen humor, y no esperar al momento previo de ir a la cama que es cuando está más cansado o dormido.
- Negociar y dar opciones. Se
puede preseleccionar los cepillos que consideremos adecuados para el niño
y dejarle a él escoger cuál o cuáles quiere usar. Si el cepillo tiene su
color o su personaje favorito, le entusiasmará más cepillarse los dientes.
- Proponer una actividad
agradable para el niño, no a modo de chantaje ni recompensa, sino como un
incentivo para hacer después del cepillado.
- Evitar amenazas, castigos y
argumentos negativos. Siempre es más recomendable mostrar el lado positivo
del cepillado: Nos cepillamos para cuidarnos, igual como hacemos con el
cabello...
- Reservar un juguete para la
hora del cepillado. Se puede usar una marioneta, un muñeco o algún objeto
interesante con el que el niño sólo pueda jugar durante cepillado los
dientes.
"Cepillándome sin prisas, conseguiré una hermosa sonrisa"
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